Biscuit es un gatito de 11meses de edad que fue abandonado cerca de nuestra casa en Bayamón. Se encontraba muy mal de su piel; sus orejas, cuello, rabo, patas y sus ojos gravemente afectados. Cuando lo vimos por primera vez, solo podía abrir un ojito debido a la gravedad en su piel. Inmediatamente comenzamos a buscarle foster para poder sacarlo de la calle, mientras, lo alimentábamos. Tropezaba con nuestras piernas maullando ya que sus ojitos se iban cerrando cada vez más. De no sacarla de la calle, sería una muerte segura; sin visión, un gato pequeño, y nuevo en la calle no duraría mucho tiempo mas. Decidimos buscarle un nombre neutral ya que no sabíamos si era macho o hembra, por eso Biscuit. Lo rescatamos, durmió toda la noche y al día siguiente fue llevado al veterinario. Fue vacunado, castrado (resultó ser macho), prueba FIV negativo y se le dieron sus medicamentos. Fue cuidado en Ponce por una excelente persona que tan pronto vio la publicación en las redes, se comunicó con nosotros. LOS SHARES SALVAN VIDAS, COMPARTE, SIEMPRE COMPARTE. Fue de gran bendición contar con ella porque no contamos con foster para gatos. Como podrán observar en las fotos, Biscuit es un gato hermoso y sumamente sociable y cariñoso, lo que no confirma que fue abandonado y no nació en la calle. Seguimos y seguiremos luchando por darle una oportunidad a esos seres inocentes que han tenido que sufrir nuestra falta de empatía e irresponsabilidad.  Atrévete a ser foster, salva una vida. La satisfacción será enorme, no lo pienses más, pon tu granito de arena.

Ahora Biscuit vive con una familia de mujeres donde el único príncipe es él. Deseamos que seas inmensamente feliz, Biscuit!