Frida, Muñeca y Lupe fueron rescatadas en el pueblo de Naranjito. Era una camada de 6 cachorros que aparentemente fueron abandonados en un "bin" y ellos lograron salir de el y esconderse en el monte.  El lugar era muy peligroso y solitario, se encontraban en una curva peligrosa, sin luz ni casas cercanas. Solo se podían ver cuando bajaban a la calle en busca de comida. Tenían mucho miedo a las personas y tuvimos que ir varias veces a intentar rescatarlos ya que no querían bajar de la montana.  De la única forma que lograban bajar era con pollo hervido pero bajaban temerosos y a cualquier movimiento pequeño, corrían nuevamente a esconderse. Lamentablemente solo pudimos atrapar tres. Lupe, Frida y Muñeca. Al atraparlas, mordieron, chillaron y gruñeron por temor. Fue un proceso difícil. Cada vez que tocaba ir al veterinario, ellas lloraban, mordían y chillaban. Las tres tenían muchísimos parásitos intestinales, diarreas (automáticamente cada vez que comían) no podían aguantar la comida en su estomago. Tenían problemas de piel y de confianza. A Lupe, se le podían ver las costillas y a  simple vista se veía mas deteriorada que las demás. 

Frida fue llevada a un foster donde tenia otro perrito para jugar, al principio, no se acercaba a su foster ni quería ser cargada pero su foster la caraba y acariciaba todos los días para que ella le fuera perdiendo el miedo. Siempre fue sociable con perros pero no con humanos. Ahora vive en Caguas con una familia de dos niños, sigue tímida pero le encanta estar acompañada de los niños. Cada vez que alguien intenta pegarse a los niños ella ladra. Es la princesa de la casa.










Lupe y Muñeca fueron cuidadas en un mismo foster donde también había un perro con el cual ellas se llevaron muy bien pero no querían ser acariciadas y mucho menos cargadas.  Muñeca se mantenía detrás de Lupe y Lupe "defendía" a su hermana en todo momento. Cada vez que se acercaban Lupe quería morder. Muñeca en cambio, no tiraba a morder pero si era separada de Lupe, se mantenía chillando hasta que Lupe regresaba a su lado.  El veterinario nos sugirió separarlas para crearles independencia a cada una de ellas y así lo hicimos.





Muñeca fue adoptada en Santurce y hasta el sol de hoy sigue tímida y aunque juega con otra perrita, aun no deja ser cargada por su dueña. Aun así, están enamorados de ella y nunca la dejan sola.







Lupe estuvo con nosotros por más tiempo porque continuaba mordiendo si se le acercaban y ni siquiera se dejaba acariciar aunque movía la cola y reconocía algunas personas.  Fue llevaba a entrenar donde el primer día perdió 3 dientes, peleando con su entrenador y mordiendo la cadena.  Se trabajo con bozal para demostrarle a ella que no le haremos daño. Aprovechábamos ese momento para acariciarla y darle cariño y poco a poco fue disminuyendo su agresividad pero no por completo.  Todos los días se trabajaba para que ella perdiera el miedo y se dejara acariciar cada vez mas.  Fue adoptada por una persona en Cayey pero estuvo menos de una semana ya que mordió a su dueño al tercer día cuando intento cogerla. Lupe necesitaba una persona que entendiera su problema, le diera espacio y no intentara cargarla si ella no quería. Ahora Lupe vive en Santurce junto a otro perrito que adora. Es muy feliz donde vive ya que su dueña reconoce su trauma con los humanos y no la presiona. Se deja acariciar y cada vez que gruñe la regana porque también Lupe necesita estructura. Su dueña la adora y esta muy feliz de tenerla en su hogar.  Pronto se mudaran para un nuevo hogar ya que el dueño de su apartamento no desea que ella tenga dos mascotas.
















Muchos perros agresivos que se encuentran en la calle, no desean serlo pero lamentablemente han perdido la confianza en los humanos por las cosas que han tenido que vivir.  Todos merecen una oportunidad de ser feliz. Con paciencia y comprensión se puede salvar una vida. Ponte en su lugar.